En este marco, el pensamiento lógico o vertical, ha sido el tipo de pensamiento predominante en la educación: el pensamiento que nos permite llegar a una conclusión de validez absoluta a través de una serie de fases donde el procedimiento erróneo queda descartado.
Fue en los años setenta del siglo pasado cuando el psicólogo Edward De Bono comenzó a reivindicar la importancia del pensamiento creativo o lateral en la educación, no de forma excluyente, sino complementaria al pensamiento lógico, ya que ambos son necesarios.