La autora describe de modo reflexivo y personal una experiencia de capacitación en metodología de práctica reflexiva realizada en dos Centros de Formación del profesorado pertenecientes a la provincia de Málaga.La necesidad y la urgencia de un nuevo enfoque, la validez metodológica del paradigma reflexivo,el valor y la trascendencia de los procesos, el desarrollo de nuevas competencias en las personas asesoras y las comunidades de práctica,cobran especial importancia en una concepción más holística de la formación permanente.