La mediocridad —la cualidad de quien se encuentra en el medio— define a la mayoría. Es inapelable. Eliminando a los mejores y a los peores, quedamos todos los demás. El vulgar montón.
La mayoría, por lo tanto, es normal. Es común y corriente. Ni alta ni baja. Ni lista ni tonta. El individuo medio es más o menos como todos los demás, excluyendo —claro está— a quienes destacan por arriba o por abajo.